ISLA DE
MEXCALTITAN
Mexcaltitán es una localida del municipio de Santiago Ixcuintla, Nayarit
(México). La localidad se hacienta sobre una isla que recibe el mismo nombre.
Su nombre viene del náhuatl mexcalli, "mezcal", y titlán,
"riqueza, abundancia". Se pensó durante algún tiempo que la isla era
asiento de Aztlán, lugar de origen de los mexicas. Esta hipótesis se encuentra
descartada.
Su principal atractivo turístico radica en sus casas de colores con
techo de doble agua de tejas y que en la temporada de lluvias, las calles de
las isla se inundan temporalmente, por lo que puede ser recorrida en canoas.
En los años 1960, entre los intelectuales mexicanos se comenzó a
especular sobre la posibilidad de que Mexcaltitán fuera la mítica Aztlán de
donde salieron los mexicas al iniciar su peregrinación. Uno de los primeros en
considerar que Aztlán debió ubicarse en la isla nayarita de Mexcaltitán fue
Alfredo Chavero a final del siglo XIX. Investigadores posteriores siguieron
esta propuesta y la consideraron válida, entre ellos Wigberto Jiménez Moreno.
Sin embargo, esta hipótesis se encuentra actualmente desechada. El ejido de
Mexcaltitán, posee una extensión de tierras y aguas muy superior al de los
ejidos aledaños, encierta en su circunscripción a las localidades de El Mezcal,
Aztlán de las Garzas, San Miguel Nº 2, El Nuevo Mexcaltitán y San Vicente.
En julio de 2009 le fue retirada la denominación de Pueblo Mágico por
parte de la Secretaría de Turismo, por no cumplir con las observaciones hechas
por el Comité Técnico, durante la Reunión Nacional de Pueblos Mágicos llevada a
cabo en febrero de ese mismo año, en Tapalpa, Jalisco.
En armonía con la naturaleza, sin automóviles ni progreso pero con gente
alegre, Mexcaltitlán es una isla donde parece que el tiempo se ha detenido.
Llama la atención la abundancia de garzas, gaviotas y águilas, así como
el respeto que les brindan los isleños, quienes viven de la pesca del camarón,
principalmente. La rica variedad de fauna en la laguna se debe en parte a que
ahí se combinan el agua salada del mar y el agua dulce del río, y también a que
no se han construido grandes obras ni carreteras a menos de 10 km de la isla.
Es increíble que esta región no haya sido decretada Parque Nacional ni Área
Natural Protegida. Sin embargo, la isla fue decretada Zona de Monumentos
Históricos en 1986, debido al peculiar trazo de sus callejones, a lo típico de
sus edificios y al centenario arraigo de sus pobladores.
En época de lluvias la pequeña isla de apenas 400 m de largo y 350 m de
ancho "se hunde", como dicen los lugareños, debido al mayor caudal
del río San Pedro. Las calles se convierten en canales y por ellas pueden
navegar las canoas. Por eso las banquetas son altas, para evitar que el agua se
meta a las casas. Alrededor de la plaza pública, localizada en el centro de la
isla, se encuentra una bella iglesia y unos portales, de la delegación
municipal, que sirven de acceso al pequeño museo "El Origen", en cuyo
interior hay una sala de arqueología local y otra donde se exhiben objetos de
diferentes culturas mesoamericanas, en especial de la mexica.
La vida transcurre entre la laguna, cinco callejones y la plaza. Las
puertas de las viviendas permanecen abiertas y en sus porches platican los
viejos, quienes se sientan a ver pasar la tarde, en contraste con el barullo
ocasionado por la prolífica chiquillería. Todos se ven felices y sin
preocupaciones, quizá porque viven bien de la pesca o por el clima tropical,
por el cielo tan azul y el agua de río, mar y laguna. O tal vez por su comida
de pescado blanco zarandeado y grandes camarones, o porque aún se preparan
guisos con recetas prehispánicas, como el taxtihilli, platillo a base de
camarón en caldo con masa de maíz y especias.
Creado por: Michel Alejandro Gmoz
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