sábado, 22 de agosto de 2015

Isla de Mexcaltitan

ISLA DE MEXCALTITAN
Mexcaltitán es una localida del municipio de Santiago Ixcuintla, Nayarit (México). La localidad se hacienta sobre una isla que recibe el mismo nombre. Su nombre viene del náhuatl mexcalli, "mezcal", y titlán, "riqueza, abundancia". Se pensó durante algún tiempo que la isla era asiento de Aztlán, lugar de origen de los mexicas. Esta hipótesis se encuentra descartada.

Su principal atractivo turístico radica en sus casas de colores con techo de doble agua de tejas y que en la temporada de lluvias, las calles de las isla se inundan temporalmente, por lo que puede ser recorrida en canoas.
En los años 1960, entre los intelectuales mexicanos se comenzó a especular sobre la posibilidad de que Mexcaltitán fuera la mítica Aztlán de donde salieron los mexicas al iniciar su peregrinación. Uno de los primeros en considerar que Aztlán debió ubicarse en la isla nayarita de Mexcaltitán fue Alfredo Chavero a final del siglo XIX. Investigadores posteriores siguieron esta propuesta y la consideraron válida, entre ellos Wigberto Jiménez Moreno. Sin embargo, esta hipótesis se encuentra actualmente desechada. El ejido de Mexcaltitán, posee una extensión de tierras y aguas muy superior al de los ejidos aledaños, encierta en su circunscripción a las localidades de El Mezcal, Aztlán de las Garzas, San Miguel Nº 2, El Nuevo Mexcaltitán y San Vicente.

En julio de 2009 le fue retirada la denominación de Pueblo Mágico por parte de la Secretaría de Turismo, por no cumplir con las observaciones hechas por el Comité Técnico, durante la Reunión Nacional de Pueblos Mágicos llevada a cabo en febrero de ese mismo año, en Tapalpa, Jalisco.
En armonía con la naturaleza, sin automóviles ni progreso pero con gente alegre, Mexcaltitlán es una isla donde parece que el tiempo se ha detenido.
Llama la atención la abundancia de garzas, gaviotas y águilas, así como el respeto que les brindan los isleños, quienes viven de la pesca del camarón, principalmente. La rica variedad de fauna en la laguna se debe en parte a que ahí se combinan el agua salada del mar y el agua dulce del río, y también a que no se han construido grandes obras ni carreteras a menos de 10 km de la isla. Es increíble que esta región no haya sido decretada Parque Nacional ni Área Natural Protegida. Sin embargo, la isla fue decretada Zona de Monumentos Históricos en 1986, debido al peculiar trazo de sus callejones, a lo típico de sus edificios y al centenario arraigo de sus pobladores.

En época de lluvias la pequeña isla de apenas 400 m de largo y 350 m de ancho "se hunde", como dicen los lugareños, debido al mayor caudal del río San Pedro. Las calles se convierten en canales y por ellas pueden navegar las canoas. Por eso las banquetas son altas, para evitar que el agua se meta a las casas. Alrededor de la plaza pública, localizada en el centro de la isla, se encuentra una bella iglesia y unos portales, de la delegación municipal, que sirven de acceso al pequeño museo "El Origen", en cuyo interior hay una sala de arqueología local y otra donde se exhiben objetos de diferentes culturas mesoamericanas, en especial de la mexica.


La vida transcurre entre la laguna, cinco callejones y la plaza. Las puertas de las viviendas permanecen abiertas y en sus porches platican los viejos, quienes se sientan a ver pasar la tarde, en contraste con el barullo ocasionado por la prolífica chiquillería. Todos se ven felices y sin preocupaciones, quizá porque viven bien de la pesca o por el clima tropical, por el cielo tan azul y el agua de río, mar y laguna. O tal vez por su comida de pescado blanco zarandeado y grandes camarones, o porque aún se preparan guisos con recetas prehispánicas, como el taxtihilli, platillo a base de camarón en caldo con masa de maíz y especias.
Creado por: Michel Alejandro Gmoz 

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